Siempre me han gustado los días nublados, lluviosos, con nubarrones que se pueden fotografiar...y si ya son de nieve, pufff...me emociono.
Será porque nací en invierno, en este mes que mañana empieza, pero me gusta tanto esta época del año que durante mucho tiempo me daba rabia que llegara el verano. Ya no; ahora me gusta el verano, pero el calor , nada de nada. Sin embargo, el frío no me importa , no me paraliza. Todo lo contrario.
Los días de lluvia lo que apetece es sentarse delante de la ventana, o de una chimenea con mantita y buen café y pasar el día leyendo, jajaja... de ilusiones también se vive.
Tengo la inmensa suerte de que mi estudio lo tengo cerquita, en mi propia casa, en el ático, por lo que no me es difícil pasar estos días desapacibles en casita, a veces, incluso con el pantalón del pijama.
Son estos días los que más trabajo y mi cabeza es efervescente de ideas; es una gaseosa. Me faltan horas para poder hacer todo lo que quiero. Hago listas y listas con las cosas que quiero hacer o aprender.
Quizás por eso me gusta la lluvia y el frío; son días creativos y activos, de lluvia de ideas...a veces de tormentas...
Os dejo una ilustración que refleja un poco esta idea. Después de un nubarrón siempre se puede aprovechar algo...
BSS