Puestos a analizar me propongo dar 10 razones para aquéllos a los que estos días les llegan a dar escalofríos.
1.- LA FAMILIA. Ya sabéis que es un puntal en mi vida y gracias a Dios, todos estamos bien avenidos, cosa que no es fácil hoy en día. Es algo de lo que presumo y presumiré siempre que pueda, y eso que no soy de alardear de nada. La puerta siempre abierta porque yo creo que cada año hay alguno de más.
Todos nos reunimos en casa en Nochebuena y Nochevieja. Horror!!!! Una encantadora y bendita locura. Siempre he pensado que mis hijos recordarán estos momentos al igual que yo lo recuerdo en casa de mis padres.
2.- LAS LUCES. Sí , lo sé, es una horterada, pero una horterada que me encanta. Lo siento, soy así...
Eso sí, me gustan las lucecitas blancas, sin colorines. Eso de salir a la calle y ver los escaparates decorados con esa iluminación juguetona hace que se olvide la pena de que anochezca tan temprano.
En estos días me gusta planificar, buscar nuevas recetas para nuevos menús. Hasta ir a la compra es diferente!
4.- LOS BELENES. Salir de casa con el único objetivo de visitar los belenes de la ciudad. Esto me viene de la infancia, de tardes enteritas con mi padre en las que nos explicaba miles de historias y nos llevaba a visitar aquel que ponían en los arcos de la Plaza Mayor, el de los Jesuitas, el napolitano del Palacio Real y terminábamos haciendo una interminable cola para llegar al maravilloso Belén del Hospital de San Rafael de los HH de San Juan de Dios. Hace años había mucha tradición de poner Belenes en los rincones de Madrid, una tradición que vamos perdiendo gracias al obtusismo de algunos...
6.- COMER DULCES. Es la única época del año en la que me doy permiso para saltarme mi eterna dieta, y es que los mazapanes me gustan aunque el roscón es lo más.
7.- AYUDAR Y COLABORAR. Soy bastante sensible y colaboro durante todo el año pero en estos días todos nos sensibilizamos más. Estas colaboraciones con ONG, parroquias, Cáritas, mercadillos benéficos, etc., hace que se desencadenen muchas reacciones entre los que tenemos alrededor y como aquella peli de "Cadena de favores" se crean verdaderas redes de ayuda que hacen pensar que todavía hay gente verdaderamente buena en este mundo loco.
8.-HACER COSAS QUE HACÍAMOS CUANDO ERAMOS NIÑOS. Esto si que ayuda a subir el espíritu navideño. La ilusión y la inocencia no es exclusiva de la infancia, qué va. Volver a escribir la carta a los Reyes Magos, volver a ver la peli de "La familia y uno más", ir a la Puerta del Sol el día 31 a ver a ese hombre que tiene tantas narices como días tiene el año... , ir el día 5 a la cabalgata de Reyes con la misma ilusión que tenías cuando eras niño y levantarte tempranísimo el 6 para ver los regalos... Esto es ilusión y espíritu navideño.
El año pasado alquilamos un autobús con su correspondiente conductor para visitar todos aquellos lugares a los que íbamos cuando éramos pequeños, fue fantástico e inolvidable.
9.- PREPARAR REGALOS HECHOS POR MÍ. Pensar en hacer regalillos hechos por mí me encanta. Pongo una ilusión especial en ellos, no se por qué, pero esa así. Cada año suelo hacer cosas diferentes; cuanto me durará no lo sé porque cada año que pasa se me pone más difícil.
Seguiría con muchas más razones pero termino con una en la que creo que todos coincidimos:
lo mejor de la Navidad es que se acaba. Jajajaja . Si, porque si durara un día más yo creo que me iría a esa playa con esa piña colada que me espera. El mismo día 7 de Enero estoy recogiendo el árbol, las bolitas, las luces y ya no pruebo ni tan siquiera un trozo del mejor roscón del mundo, EL MÍO !!!
FELIZ NAVIDAD !!!!!