Llevo mucho tiempo sin mostrar algunas de mis ilustraciones. Estoy en un momento tan creativo que estoy haciendo mil cosas a la vez. Entre encargos y placer voy descubriendo cosas nuevas que no me dejan tiempo para dibujar tanto como quisiera. De vez en cuando, dejar en reposo un actividad no viene mal para volver a retomarla con más ganas e ilusión.
Y esto es lo que me ha pasado.
Nunca dejo de dibujar, pero hay veces que sufro crisis de estilo y descubrí que no haciéndolas caso y dejándolas reposar se retoma la actividad con muchas más ganas e ilusión.
Yo que soy una persona que siempre se cuestiona, quizás con falta de seguridad, tenía la necesidad de volverme un poco loca y dejar de ser tan perfeccionista en cuanto a la ilustración se refiere. Perfilar todo, retocar con photoshop, dibujar detalles... llega un momento en el que me cansa. Me gusta cuando lo veo en otros , pero parece que lo mío nunca me llega a gustar...
Los rotuladores acuarelables a los que hoy dedico esta entrada me están haciendo cambiar un poco esto. Me los regalaron estas pasadas navidades y no veía el momento de estrenarlos...ahora no veo el momento de descansar de ellos...
Es una manera muy diferente de utilizar acuarelas. Los colores me resultan más limpios , más puros, y con el pincel y el agua puedes aclarar y mezclarlos como quieras. Es acuarela pero con el uso del rotulador.
Mis experimentos han pasado de simples manchas con cortes del agua a ilustraciones más detalladas y precisas.
Sigo experimentando y sobre todo disfrutando y aprendiendo, y esto es lo que más me gusta. Cuanto más los uso más me divierte!
Si queréis saber más de mis progresos podéis seguirme en mi cuenta de instagram @brolapin
